jueves, 6 de octubre de 2016


¿Venezuela está lista para una transición? ( y III)
De Jesús Castellanos Vásquez

Continuación…

Lección 5. Instaurar el control cívico y democrático sobre los militares. Se insiste que en transición y ante la amenaza de nuevos golpes de Estado es necesario que el control de la institucionalidad sea asumido irrestrictamente por el sector civil, limitando la participación de los militares a sus funciones ordinarias, conforme al marco legal existente y excluyéndole de toda actividad de carácter político y dentro del entorno partidista. 

En Venezuela, tras el triunfo de Hugo Chávez, militar retirado, unas de las modificaciones más importantes al marco constitucional aprobado el año siguiente (1999) fue el derecho al voto a los militares activos. Además, el régimen chavista incrementó significativamente la participación de miembros de las Fuerzas Armadas, activos y en condición de retiro, en cargos ministeriales y otros espacios de poder, tema que se ha agravado, tanto cuantitativa como cualitativamente[1], en el gobierno de Maduro. Al mismo tenor se ha fortalecido la situación de los militares frente a otros de sectores de la administración pública venezolana, otorgándole mejores condiciones laborales[2] con los presuntos objetivos de generar una mayor lealtad con el régimen, garantizar  la permanencia, estabilidad y orden social , aunque en realidad lo que se haya observado es una fuerte  represión.

Todo ésto complica seriamente la transición a  un sistema democrático en Venezuela, a tal punto que se debería considerar uno de los principales escollos a superar. En consecuencia, es imperativo establecer grandes esfuerzos, legales y políticos, a objeto de lograr el retorno de los militares a su espacio natural y devolver a los civiles el mando del Estado.

 Lección 6. Elaborar constituciones viables a través de procesos inclusivos. No nos queda la menor duda que una transición en Venezuela requiere como una de sus primeras tareas la elaboración de una nueva Carta Magna,  la cual, además de sellar el compromiso de nuevas reglas sociales a través de un proceso plural que refleje nítidamente la voluntad popular, permita la organización del poder y elimine elementos tan perniciosos para la vida democrática como lo son la reelección indefinida, el voto a los militares o la prohibición del financiamiento público de los partidos políticos.  
Una nueva Constitución Nacional debe ser uno de los elementos medulares que vinculen a los venezolanos con el régimen nacido tras la transición, y la misma debería recoger de la mejor forma posible los sentires y pensares de la mayoría de los venezolanos, no solo en el momento de la elección de una Asamblea Nacional Constituyente, en un procedimiento mucho más inclusivo que el famoso “Kino”[3], sino también en la elaboración del documento a través de una verdadera consulta pública.

Lección 7. Fomentar la justicia trasnacional y la memoria colectiva. Haya o no en Venezuela una dictadura conforme al concepto clásico, no debe quedar la menor duda de la existencia de un gobierno claramente autoritario en donde se han cometido  múltiples violaciones al Estado de Derecho, las instituciones y los derechos humanos. Es lógico pensar, por tanto, que además de establecer nuevas reglas de convivencia democrática se imparta justicia, para lo cual se recomienda, además de la creación de una instancia específica que aborde este tema crucial, entablar un verdadero diálogo que conduzca a la reconciliación y no a la venganza, se eviten las persecuciones, se hagan  reparación  a las víctimas y, finalmente se adjudiquen responsabilidades a través de juicios legales, todo en aras de construir una verdadera paz social.

Lección 8. Invertir en la institucionalización de partidos políticos vibrantes. Para el retorno y fortalecimiento de la democracia tras un gobierno dictatorial resulta vital fortalecer a los partidos políticos. En el caso venezolano es de todos conocidos que una de las causas del ascenso al poder del régimen chavista fue el debilitamiento de las organizaciones partidistas y la búsqueda de ofertas electorales alternativas, de allí que a los fines de evitar el retorno de esquemas no democráticos a manos de la antipolítica y de líderes populistas, es obligatorio por parte del Estado apoyar el empoderamiento de estas agrupaciones políticas como principales articuladoras y agregadoras de demandas entre éste y la sociedad civil, además de generadoras y formadoras ideológicas de los  cuadros de relevo.

Lección 9. Políticas Económicas para combinar crecimiento con equidad.  Una de las lecciones más importantes del éxito en los países cuyos procesos de transición fueron estudiados en el libro de Bitar y Lowenthal, es la definición de las condiciones económicas que faciliten la sostenibilidad del nuevo régimen y logren tempranas lealtades. No queda la menor duda que la actual crisis económica en Venezuela ha debilitado sustancialmente al régimen y que la misma es de grandes proporciones, por lo que constituye uno de los principales retos para el nuevo sistema post autoritario mejorar de manera ostensible los indicadores económicos y sociales: PIB, inflación, desempleo, índice de pobreza, desnutrición, escolarización, de salud,  etc. procurando alcanzar crecimiento económico a la par de orientar buena parte de los recursos en apoyar a los más desvalidos, en pocas palabras, crecer con una clara  orientación social.

Lección 10. Movilizar apoyos externos. Un factor que contribuyó  a que los países lograran una transición exitosa fue capitalizar la atención y el apoyo de otras naciones y organizaciones internacionales. Es bien conocido, por una parte, todos los esfuerzos del régimen chavista y madurista por delinear, a través de diferentes medios incluidos el uso de recursos financieros, una matriz positiva a nivel mundial del régimen y, por la otra, que en los actuales momentos estas acciones son cada vez son menos efectivas, entre otras razones, por la ausencia de Chávez, quien poseía un mayor y mejor manejo de la política internacional, el derrumbe de los precios petroleros y la cada vez más flagrante violación a los principios democráticos, los derechos humanos así como la crisis humanitaria. El creciente interés que han mostrado varios países por la situación venezolana, en particular por el tema de los presos políticos y las trabas a mecanismos democráticos como la activación de referendo revocatorio presidencial, configuran a nuestro entender una enorme oportunidad para llevar a cabo el proceso de transición en Venezuela.

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